Este panorama fue tomada dentro del centro comercial El Mirador. El diseño se basa en la arquitectura canaria auténtica, que es una reminiscencia de un pueblo típico, con calles estrechas que se abren en lugares sombreados, vallado donde se puede sentar y ver el mundo. Muchas de las tiendas son independientes y los valores tradicionales de la calidad y el servicio están a la vanguardia.