Perteneció al monasterio de Santa Catalina de Siena de las monjas dominicas que llegaron a La Española en 1560. Se considera que la actual iglesia fue terminada en 1722. En su interior se aprecia una elegante cúpula sobre tambor con pechinas, además de detalles sobre los dinteles de las puertas. El cuerpo superior de la fachada presenta una de las decoraciones más interesantes de la colonia. El nicho central está flanqueado por pilastras chanfleadas en una demostración de la teatralidad barroca como en ninguna otra construcción de la época en la colonia.